El actual puente se levantó en el lugar donde se alzaba un puente anterior, destruido por las riadas. Fue levantado en el siglo XVIII por Pedro de Ribera. Se compone de nueve arcos de medio punto y está realizado con sillares de granito. Aquí se encuentra también la Puerta de Toledo, la última puerta monumental que se levantó en Madrid en 1827. Consta de un arco central de medio punto, dos puertas adinteladas y una decoración con columnas, con un grupo de esculturas en lo alto y un escudo de armas de la villa.